La idea surgió a partir de que leí Un caballero en Moscú, libro del que terminé enamorada. Mi intención nunca fue ilustrar lo que narra Amor Towles, sino una de las cosas que llamaron mi atención: la lucha entre dos formas de gobierno en la que la gente siempre queda en medio. ¿Qué es mejor: una monarquía o un Estado militar?, ¿alguno de ellos se interesa verdaderamente por sus gobernados?
La paleta de color decidí que fuera así, porque como en el libro, como en la vida, muchas veces las luchas de poder suceden mientras la gente sigue con su día a día en el que aparentemente no pasa nada, los restaurantes abren, la gente se corta el pelo, en el teatro hay función, las personas trabajan.
La vida del conde me dejó maravillada. Dedico mi serie a él, aunque no exista, y a quien lo albergó por tanto tiempo: el hotel Metropol, que si tengo suerte, un día visitaré.
Selección en Iberoamérica Ilustra, 2021.